En una charla de la guionista de "Cuando
Harry conoció a Sally", Norah Ephron, y hablaba de las relaciones en el
último siglo. Tanto ella, como el director de la película, coincidieron en
algo: si la historia de Sally y Harry hubiera pasado en la vida real no
hubieran terminado juntos. ¿Por qué? Es muy interesante escuchar la teoría que
paso a compartir.
En las historias de amor de antes siempre había un oponente
real. En Romeo y Julieta, por ejemplo, los antagonistas eran las familias de
cada uno. Los amantes eran separados por razones externas. Resulta que en la
actualidad la mayoría de las historias de amor ya no tienen oponentes reales
sino internos: ellos no quieren comprometerse. Bienvenidos al mundo de la
neurosis masculina.
Mi amiga Florencia se acaba de separar de su novio con el
que tenía pensado irse a vivir dentro de los próximos meses. Alejandra, una
compañera de la facu, se acaba de ir de la casa que compartía con su pareja
porque le encontró unos mensajes de texto comprometedores. Las dos coinciden en
algo. Cada vez que la relación les pide un poco más pasa lo siguiente: ellos se
borran. Me pregunto: ¿Qué está pasando con los hombres? ¿Dónde están los
príncipes que nos prometieron? La respuesta es sencilla. No existen.
Las tragedias de antes eran tragedias verdaderas. Las de
ahora son solo pequeñas tragedias: mujeres que la siguen remando, ellos que
paran el bote para tomar sol. Nuestra única esperanza es que se animen al
diván.
Así que la próxima vez que un hombre te diga histérica ya
sabes que contestarle: "callate, neurótico".
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